sábado, 14 de julio de 2012


Ante la intolerancia cívica se ha creado

El Manual del Arrecho
Venezuela dejó de ser una nación para convertirse en un campo de batalla.
Cualquier escenario es propicio para utilizar cualquier arma que tengamos a la mano. Digno de una pelea épica, las palabras sustituyeron a las espadas y la muerte es el resultado indigno de conflictos sin justificación.

CARMEN CERMEÑO – CNP. Vivimos en un país donde el respeto por las normas civiles y hacia nuestros compañeros se ha perdido totalmente. A 159 años de la publicación del Manual_de_Carreño, un texto referente a la etiqueta y buenas maneras, escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño Muñoz, las enseñanzas que conversamos de él, son casi  nulas.

Las normas de tránsito, el cuidado del ambiente y la cortesía han pasado al olvido. La intolerancia se ha convertido en la política mandante en Venezuela, convirtiéndose en una jungla de concreto, donde sólo sobrevive el más fuerte, el que más grite y el que pega primero, como decimos coloquialmente “el más arrecho”.  

La poca tolerancia ha llegado a niveles inverosímiles, hasta el punto que los ciudadanos hemos llegado a leer titulares como: LO-MATAN-DE-BALAZO-POR-ABSURDA-RIÑA-CON-FUNCIONARIO. Constantemente hay un pase de responsabilidad por la violencia, entre los dos bandos políticos más importantes del país: El Oficialismo y la Oposición, pero nadie asume formalmente la culpa.

Desde el 2008, ha resultado casi imposible que los medios de comunicación obtengan cifras oficiales de números de venezolanos asesinados cada año, pues el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, Tareck_El_Aissami se ha negado a ofrecerlas. Ese mismo año, el periódico Últimas Noticias realizó una infografía llamada Mapa-del-delito, especificando las zonas más peligrosas de Venezuela. Para el 2011, las cifras eran alarmantes, según el Observatorio Venezolano de Violencia, con un informe sobre los homicidios ejecutados en ese período. Esta semana, el medio impreso El Universal publicó el artículo: 52-asesinatos-diarios-en-primer-semestre, donde se afirma que a mitad del 2012, han muerto más de 9000 venezolanos, producto de la delincuencia. En una reciente entrevista en el canal de noticias Globovisión, el abogado Fermín Mármol García afirmó que Venezuela-está-en-sitiales-de-inseguridad-que-nos-hacen-sentir-penas.     

Para nuestro pesar, los venezolanos siempre hemos tenido un país muy violento. Todos recordamos la famosa canción de Desorden Público, Valle de Balas que nos reflejaba la situación delictiva de la capital, Caracas. Pero aunque la letra tiene más de 20 años sonando en nuestras cabezas, en la Venezuela del 2000, se ha convertido en un segundo himno nacional.

Los orígenes de tanta agresividad son diversos. Cada aspecto de la sociedad apunta un diferente causal: la falta de autoridad, el número de armas en manos de civiles y la falta de educación en el seno familiar. 

Expertos nos señalan constantemente cómo lidiar con estos males como el canal Venevisión con su campaña El Buen Venezolano. Diferentes gremios como el de los artistas, se han manifestado a través del blog Dale un parao/ donde hicieron un comunicado de esta terrible situación que nos atañe a todos. Iniciativas como @NoTeEngoriles y @ProyectoWon, buscan combatir de manera creativa la violencia, y propagar un mensaje de armonía. Renatto Colaccio, creador del Proyecto Won/, compartió el motivo que lo llevó a crear esta iniciativa y su meteórico ascenso en tres meses.



Colaccio es uno de los muchos familiares que han sentido la tragedia en casa, pero en lugar de conformarse con la justicia o buscar la venganza, decidió tomar la Paz en sus manos. Es grato y a la vez lamentable, que sean los medios de comunicación, y los mismos ciudadanos quienes a falta de respuestas de las instituciones y el Gobierno, han buscado ellos mismos como protegerse de tanta agresividad.

Todos hemos escuchado de parte de un mismo compatriota: “Sólo en Venezuela la gente se porta así, en otro lado no pasa eso”. Lamento decepcionarlos, pero la falta de civismo está en todo el planeta. La diferencia es que en los famosos países del Primer_mundo hay leyes que castigan esos comportamientos, para tener una sociedad más armoniosa. En Venezuela este comportamiento se ha convertido en un modo de vida. Cualquier persona que esté en oposición a estas afirmaciones, es bienvenido a aportar su grano de arena para cambiar esto. Dejemos la falsa creencia de que solo sobrevive el más fuerte, y adoptemos el pensamiento de Settembrini: La forma más segura de acabar con el mal, es construir el bien”.

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